jueves, agosto 11, 2005

Memoria


A propósito de "Radical Evolution", es bueno considerar que la memoria humana necesita ejercitarse constantemente para mantener su calidad, capacidad y vigencia. Es una realidad que la mayoría de las personas que usan agenda (la de papel, tipo libreta) van disminuyendo su memoria de trabajo en la medida que traspasan esa función a los apuntes de la agenda. Este fenómeno se potencia si se trata de una agenda electrónica, en la que el usuario apunta todo, usa su calculadora para las operaciones más elementales, etcétera. Si pensamos en que no está lejano el día en que un procesador de voz realizado con nanotecnología, inserto en el labio, reciba una instrucción que será analizada y devuelta en forma de imagen con datos a un lente de contacto, o en forma de sonido a un microaudífono, entonces, nuestra capacidad de memorizar, de evocar, se podrá ver disminuida.
En ese momento, las capacidades cerebrales se podrán abocar a elaborar algorirmos decisionales cada vez más complejos, a los análisis y las síntesis que requerirán los altos niveles de información que recibiremos. Así las cosas, ¿cuál será el impacto en nuestros sistemas funcionales cerebrales?, ¿podrá el encéfalo adaptarse a la velocidad que le demandaremos?, ¿se podrán establecer conexiones dendríticas en forma vertiginosa?
Esperamos que sí, que los nuevos alimentos y cofactores enzimáticos producidos biotecnológicamente nos ayudarán a hacerlo posible...

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