domingo, julio 03, 2005

¿Niños o Alumnos?

Al ingresar al colegio, los padres generalmente se crean altas expectativas sobre sus hijos. Centran la atención, fundamentalmente, en las notas que trae el niño o niña; a veces realizan asociaciones laxas entre “buenas notas = buen niño”. Cuando estas expectativas no son satisfechas reaccionan sobreexigiendo un buen rendimiento, en ocasiones sin entregar las herramientas mínimas necesarias para que este proceso de aprendizaje se desarrolle de una forma más exitosa o menos frustrante para sus hijos.


Por otro lado, el colegio frecuentemente presenta una actitud que estimula y refuerza estas formas de conducta. En efecto, es común que el establecimiento focalice su interés, más en el producto que en el proceso de aprendizaje, es decir, al finalizar el año escolar los alumnos son calificados mediante notas, las que son ordenadas desde las mejores hasta las peores. De esta manera, la importancia del niño dependerá del lugar relativo en que se encuentren sus promedios de calificaciones, con respecto a las de sus pares. Este sistema de interacciones entre los agentes más importantes en la adquisición de valores, favorece la aparición de un número importante de alteraciones de la salud mental infantil, como estrés escolar, fobias, depresión, ansiedad, entre otras. En cualquier caso, las comparaciones entre los compañeros de curso o entre hermanos pueden ser perjudiciales para la autoestima del niño.

Sin embargo, algunos establecimientos educacionales están empeñados en modificar sus esquemas exitistas y competitivos, por otros más centrados en la persona y en cómo ésta desarrolla su proceso de aprendizaje. Mientras tanto, los padres debemos discernir claramente la diferencia de la visión que tengamos de nuestros hijos, entre la concepción de niño y la de alumno, apoyando el rol de la escuela, sin trasladar la realidad disciplinaria y de trabajo escolar al interior de los hogares.

2 comentarios:

Maria Isabel Rojas dijo...

Julio:
Interesante tu artículo, he estado leyendo a Maturana "Desde la Biología a la Psicología" y ahí habla de la competencia, dice que "la conducta social está fundada en la cooperación y no en la competencia y que la competencia es constitutivamente antisocial, porque como fenómeno consiste en la negación del otro" . Sería bueno que en los colegios predominara el aprendizaje cooperativo o asociativo y más que resaltar los logros individuales resaltara los logros de equipos, de esa manera el aprendizaje es más llevadero, rico y motivador.

Saludos

Anónimo dijo...

Soy alumna y gracias a tu artículo
me di cuenta que soy fruto de las exigencias de padres y profesores. Desde hace unos 4 o 5 años me volví muy competitiva, autoexigente y perfeccionista; siempre queriendo ser mejor y ser la mejor, cosa que se vuelve desfavorable una vez que llega al extremo.
muy interesante tu artículo,
tu blog en general.