viernes, mayo 20, 2005

Hábitos de Estudio


Recibí la solicitud de abordar este tema, recurrente en el ámbito escolar, cuyo desarrollo y consolidación depende primariamente de la familia. Esto es especialmente importante, ya que si desde temprana edad se incentiva al niño a sistematizar las ocupaciones que realiza cotidianamente en el hogar, tales como períodos libres dedicados al descanso, actividades familiares y sociales, tareas, televisión, juegos, etcétera, se posibilitará la incorporación y adquisición de acciones altamente organizadas, como, por ejemplo, una metodología de estudio, la que incluye, entre otras cosas, una planificación secuenciada de un conjunto de estrategias, que permiten hacer del trabajo escolar una actividad más eficaz y eficiente.

Por otro lado, el hecho que los padres planifiquen en un horario las actividades de sus hijos, constituye la base para desarrollar un hábito ordenado y responsable, no sólo en el ámbito académico, sino también se verá reflejado en otras áreas del desarrollo del niño (social, personal, emocional). En consecuencia, una adecuada planificación del tiempo, hace posible distribuir equilibradamente la jornada diaria y semanal, para completar todo el trabajo escolar, además de facilitar la concentración, al crear la costumbre de estudiar determinadas materias en un tiempo y lugar específico, permitiendo aprovechar el tiempo libre para la recreación.

Una de las áreas en que los niños y adolescentes presentan mayores deficiencias, es justamente la destinada a la distribución de su tiempo, especialmente aquel dedicada propiamente al estudio (plan de estudio). Por otro lado, tan importante como lo anterior, es el análisis de los factores ambientales. Estos están referidos a las condiciones físicas del lugar ocupado para estudiar. El problema no es simple, pero tampoco inabordable. Dentro de las recomendaciones habitualmente formuladas por los educadores, está el elegir un lugar específico para el estudio y utilizar siempre el mismo sitio, el cual debe incluir las siguientes condiciones: estar libre de distractores, ser silencioso, bien iluminado, de temperatura agradable, aislado de ruidos e interrupciones (evidentemente, jamás con el televisor encendido). Permitir una adecuada ventilación y renovación del aire favorece la oxigenación del cerebro. Considerar una mesa de trabajo con todo el material necesario a mano, y contar con una silla que permita apoyar sin dificultad los pies en el suelo, la columna en el respaldo y el antebrazo con comodidad sobre la mesa, favoreciendo una postura corporal adecuada.

Además de estas sugerencias, se encuentran otras destinadas a la organización del tiempo para el estudio, donde se enfatiza que el alumno debería intentar estudiar todos los días una misma cantidad de tiempo, y en lo posible a la misma hora, enfrentando las materias más difíciles cuando se está más relajado. Siempre se debe intercalar períodos de estudio con períodos de descanso. Es más efectivo estudiar todos los días un poco, en lugar de pocos días, mucho rato.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimad Julio. Esto es valido para los adultos? o los "sin método" seguiremos como los desperdiciadores de tiempo y permanentemente abrumados? que hace que no modifiquemos nuestros habitos, cuando no adquirimos los que ya señalas desde niños?

Julio Volenski dijo...

Estimada Mary: Esto es válido en especial para los niños, y corresponde a una estandarización, más que a una ley general. A fin de cuentas, con el correr de los años, cada uno desarrolla su propio sistema, y si le da resultado, no tiene para qué cambiarlo.
Abrazos
Julio Volenski